Goya atendido por Arrieta (Goya, 1820)
Óleo sobre lienzo (117 x 79 cm);
Minneapolis Institute of Arts. Minneapolis. USA.
En la parte inferior del cuadro figura esta inscripción, probablemente
autógrafa, con la particular ortografía de la época: "Goya agradecido, a
su amigo Arrieta: por el acierto y esmero con qe le salvo la vida en su
aguda y / peligrosa enfermedad, padecida á fines del año 1819, a los
setenta y tres años de su edad. Lo pinto en 1820". La pintura "es un
autorretrato del artista moribundo al que sostiene su médico y participa
de las visiones de pesadilla de sus Pinturas Negras (las figuras del
fondo, aunque pueden ser amigos o sirvientes del pintor, pudieran
representar demonios o Parcas que esperan su muerte). A la vez ex
voto y muestra de agradecimiento a su médico, anuncia el respeto y
exaltación de la ciencia que serán propios de finales del s-XIX,
abandonando la sátira y la crítica burda dieciochesca de los médicos
(matasanos, aliados de las Parcas)" que él mismo cultivara en alguno
de sus Caprichos o de sus Sueños.
"Goya presenta aquí a su médico, no sólo como su salvador que le hace
beber la medicina, sino como el amigo que le abraza y le conforta ante la
presencia de la muerte. Goya, se imagina certeramente su sobrecogedora
imagen en la agonía: la palidez del rostro, la mirada perdida, la boca
entreabierta por la falta de aire o las manos que se aferran a los pliegues
de la sábana nos transmiten su vivencia de la falta de la plena consciencia
y del camino a la agonía". (Manuela B. Mena Marqués. Catálogo de la
exposición Goya y el espíritu de la Ilustración. Madrid, 1988).