Una mirada integral, un enfoque de derechos
Autores: Simone Cecchini y Rodrigo Martínez
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Santiago de Chile, marzo de 2011
"Una de las principales constataciones que emergen de la reflexión
impulsada por la CEPAL en los últimos años es que el desarrollo
económico y el desarrollo social están íntimamente entrelazados y deben
integrarse activamente en una política pública orientada a lograr una
mayor igualdad. Sin embargo, a la luz de las brechas y deudas sociales
en la región, para avanzar cabalmente hacia la igualdad de oportunidades
y la universalización de derechos es necesario redoblar los esfuerzos. Si
bien los resultados del último lustro son auspiciosos en cuanto a reducción
de la pobreza y crecimiento económico, América Latina sigue siendo la
región más desigual del mundo. Esto no solo plantea retos en materia
de ingresos monetarios sino también en las dimensiones de género,
étnicas y territoriales. Precisamente en grupos excluidos, entre otros, por
estos factores el empleo tiende a ser precario y no logra constituirse en
un vehículo de movilidad social y bienestar. Más aún, las condiciones
laborales de amplios sectores de la población distan mucho del horizonte
normativo del trabajo decente y no garantizan el acceso a mecanismos de
protección social.
Desde una óptica de derechos, la región aún está muy lejos de
alcanzar su plena realización. En ausencia de canales efectivos de
protección —públicos o privados— esta situación erosiona el sentido de
pertenencia e inhibe la legitimidad que hace posible un proyecto común y
compartido por la ciudadanía...
La persistencia de las dinámicas de desigualdad y exclusión,
que se expresan en las herramientas con las que individuos y familias
cuentan para protegerse y acceder a mejores condiciones de vida, tiene
repercusiones no solo en sus niveles de bienestar material sino también
en su percepción sobre un proyecto institucional y social compartido...
La protección social, formulada desde un enfoque de derechos, se vincula
a la lucha contra la desigualdad de diversas formas: reduce
considerablemente o elimina la probabilidad de no poder hacer frente a un
riesgo contingente; limita la reproducción del círculo vicioso de la pobreza y
la desigualdad al evitar que las familias hipotequen a futuro activos claves
para el desarrollo humano, como la salud y la educación, y facilita la
implementación de estrategias dirigidas a empoderar a aquellos grupos
más vulnerables frente a riesgos, particularmente a los niños, los
ancianos y las mujeres. Por último, en el libro se establece una base
normativa sobre la cual levantar sociedades más justas y solidarias, y se
garantiza, como un bien común, la protección de niveles de bienestar
considerados esenciales."
Disponible en: http://bit.ly/AEbEU8
Imagen obtenida de: http://eco-bandejas.blogspot.com